Derechos Laborales Vs. Libre Mercado

21.08.2017

De manera muy particular y durante años se ha satanizado a los empleadores como las personas que a toda costa quieren enriquecerse, sin importarles si sus trabajadores son perjudicados en el camino. Sin embargo el ámbito legal en el que se ven involucrados, no está hecho para favorecerlos. Desde el punto de vista del trabajador, puede sonar que el concepto de estrategias de negocio que se maneja en la actualidad, les es desfavorable y muchas veces los encadena a un sistema laboral sin expectativas de crecimiento, pero, desde el punto de vista del empleador (que ojo no siempre es el empresario millonario) el sistema legal es definitivamente victimizario.

Con estos antecedentes es que muchos de los empleadores, personas como tú o como yo, simplemente se ven avocados a no contratar trabajadores, o a precarizar la actividad laboral, sin duda esto último suena a defensa de malos empleadores que buscan aprovecharse de sus trabajadores, pero todo lo contrario, es un reclamo a voces que hacen los pequeños empresarios, los artesanos, los empleadores unipersonales, todos aquellos que necesitan de sus trabajadores para crecer, pero que lamentablemente al ver tanta desigualdad legal que en nada favorece la reactivación económica, prefieren seguir solos.

Actualmente nuestro país ha estado envuelto en densos movimientos migratorios, lo que anteriormente se veía como un éxodo de ecuatorianos hacia el extranjero, ahora es en sentido contrario. Ecuador el paraíso para extranjeros, que vienen en busca de mejores días, pero que también han generado precarización para los trabajadores ecuatorianos, pues por su estátus ilegal, entregan su fuerza laboral por remuneraciones mínimas o incluso renunciando derechos como pago de remuneraciones adicionales, vacaciones, afiliación al Seguro Social, causando graves desfaces en la brecha laboral y mano de obra ecuatoriana.

La forma correcta de ser empleador es cumplir a cabalidad con cada una de las obligaciones legales y morales con nuestros trabajadores; sin embargo, la pregunta deviene en establecer si con estas medidas laborales, tributarias y sociales se favorece realmente al trabajador o todo lo contrario, pues si los empeladores no pueden sostener sus negocios, obviamente las plazas laborales estarán en peligro constante.

Johanna Orbe